Visibilizar lo invisible:
lenguas indígenas del mundo iberorrománico
Blog de Katja Eder
Para el Año Internacional de las Lenguas Indígenas 2019, el Instituto de Lengua y literatura Hispánicas y el Seminar für Iberoromanistik de las Universidades de Berna y Basilea organizaron un ciclo de conferencias con el motivo de visibilizar algunas lenguas indígenas del mundo iberorrománico que están en peligro de desaparecer. En este blog yo presentaré en breve los ocho idiomas que han sido presentadas en el ciclo de conferencias, centrándome en dos de las conferencias que a mí me parecieron más interesantes: La conferencia del Prof. Dr. Fernando Zúñiga sobre el mapudungun y la conferencia de Eeva Sippola sobre el chabacano.
1. Lenguas en peligro de desaparición
Lenguas en peligro de desaparición son lenguas que están probables de caer fuera de uso en un futuro próximo. De las 7’111 lenguas que hay en el mundo, se estima que la mitad está en peligro de desaparecer durante el siglo XXI. Con cada lengua que muere también muere cierto conocimiento específico del mundo que se conserva únicamente en esa misma lengua, lo cual es una de las muchas razones por las que hay que luchar para revitalizar las lenguas en peligro de desaparición.
Para poder revitalizar una lengua, una de las condiciones necesarias es la documentación de dicha lengua, es decir la descripción detallada de las prácticas lingüísticas de la comunidad lingüística. Este es justamente el objetivo de Steffen Haurholm-Larsen, que nos habló de su proyecto que consiste en la descripción gramatical del idioma garífuna que se habla en Belice, Honduras, Nicaragua y Guatemala. Otro proyecto de documentación nos lo ha sido presentado por Magdalena Lemus Serrano, que realizó un trabajo de campo durante siete meses en Colombia para poder documentar el idioma yucuna. La documentación de un idioma se lleva a cabo a través de grabaciones de personas que están hablando y a través de preguntas directas como: ¿cómo se dice esto? o ¿qué significa esto?
Después se transcribe las grabaciones y se describe y analiza la información para poder crear una gramática de la lengua. Si les interese el tema de la documentación de idiomas, he aquí un enlace de un video que lo explica en más detalle:
Una vez terminado la documentación de una lengua, hay muchísimas estrategias de revitalización. Jhonatan Rangel nos presentó el proyecto de revitalización del zoque ayapaneco, una lengua mexicana en muy alto riesgo de desaparición. En 2012 la comunidad inició un curso-taller para enseñar el zoque ayapaneco. Son las actividades, se logró cambiar las actitudes lingüísticas de una parte de la población, es decir, sensibilizar la sociedad sobre el zoque ayapaneco, lo cual es un paso importante en el proceso de revitalización.
Otro aspecto importante en cuanto a la revitalización que mencionan todos los invitados del ciclo como gran problema es el apoyo institucional de las lenguas minoritarias. Justo Bolekia Boleká, quien nos presentó la lengua bubi hablada en Guinea Ecuatorial, nos comentó que en el caso de la lengua bubi, también hay una falta de apoyo de parte del gobierno. Muchas constituciones excluyen las lenguas minoritarias y con esto hacen desaparecer los idiomas, los invisibilizan. En Guinea Ecuatorial, recién en la Ley Fundamental de 2012 se hace visible la lengua bubi al indicar que el Estado promueve la conservación del patrimonio cultural de la Nación, lo cual incluye la lengua bubi.
Otro aspecto característico es que las lenguas minoritarias muchas veces aparecen en países con mucha diversidad lingüística. Ese es el caso también del idioma zapoteco de México que nos ha presentado Martina Schrader-Kniffki. En México, el español es la lengua oficial y la lengua dominante con unos 108 millones de hablantes. Pero hay unas 364 lenguas indígenas de aproximadamente once familias lingüísticas distintas, como se puede ver en la imagen de la derecha. Con una diversidad tan grande de idiomas, obviamente hace falta una lingua franca que facilita la comunicación entre los distintos pueblos. Pero es justamente esa lingua franca la que muchas veces pone en peligro a las lenguas minoritarias, ya que la gente no ve el valor en pasar su lengua a las nuevas generaciones. Los jóvenes en México necesitan la lingua franca, que es el español, para tener éxito en la vida, es decir, para tener un buen trabajo y ganar dinero para poder vivir. Así la lingua franca muchas veces gana poder, mientras que las lenguas minoritarias van disminuyendo y desapareciendo poco a poco.
La superioridad de algunas lenguas sobre otras no es el único problema que hay en zonas con una gran diversidad de idiomas, como nos explica Matthias Pache. Él se ocupó de las lenguas chibcha que es un conjunto de unas 23 lenguas, de los cuales algunas ya desaparecieron y muchas otras están en peligro de desaparición. Los científicos intentan analizar las diferentes lenguas y encontrar similitudes para poder agruparlas, una tarea muy costosa y difícil, ya que la variedad es enorme porque las lenguas cambiaron con el contacto con otros idiomas de maneras distintas en las diversas regiones. La primera conexión entre dos de las lenguas chibcha se ha podido demostrar a finales del siglo XIX y en Sudamérica hasta ahora se han podido clasificar 52 familias de lenguas. Pero las lenguas aparecen y desaparecen constantemente lo cual hace una clasificación final casi imposible.
A continuación, se presentarán dos lenguas que han sido bien clasificadas y documentadas: el mapudungun de Chile y el chabacano de las Filipinas.
2. El mapudungun
El pueblo mapuche está asentado en el sur de Chile, en las regiones de Nuble, Araucanía, Bio-Bio, Ríos y Lagos y en el suroeste de Argentina. El mapudungun es, después del guaraní, el quechua y el aimara la lengua minoritaria más hablada en Sudamérica con unos 250.000 hablantes. El idioma además consta con un buen número de gramáticas y diccionarios y algunos textos literarios. A pesar de todo esto, el idioma probablemente desaparecerá en una o dos generaciones más si no se inician proyectos de revitalización del idioma.
La vitalidad ethnolingüística de una lengua depende de de una serie de factores, incluyendo factores de prestigio y factores demográficos.
Si un grupo lingüístico y su idioma tiene mucho prestigio, más alta es la vitalidad ethnolingüística de dicho grupo. El estatus del mapudungun ha mejorado en los últimos años y la comunidad lingüística ha establecido cierta fuerza identitaria. Sin embargo, tradicionalmente, los mapuches son campesinos, pescadores, empleados domésticos y están asociados a clases económicas bastante bajas. Por esto, todavía la comunidad mapuche y su idioma tienen relativamente poco prestigio en Chile.
Los factores demográficos están constituidos de aspectos como el tamaño del grupo, la tasa de natalidad, la tasa de inmigración y emigración y matrimonios mixtos. El pueblo mapuche en Chile cuenta con una población de unas 1.500.722 personas. Solamente más o menos un sexto de ellos hablan el mapudungun (el número exacto de hablantes es difícil de determinar). En la Argentina, el pueblo mapuche es mucho más pequeño con unas 20.000 personas. El mapudungun, con la cantidad de hablantes que tiene, cuenta como lengua intermedia con bastantes hablantes. Sin embargo, el pueblo mapuche se está urbanizando, es decir, muchas personas se van de las zonas de asentamiento tradicionales de los mapuches para ir a vivir a ciudades más grandes. Las personas que inmigran a las zonas de los mapuches no aprenden el mapudungun, sino que mantienen su idioma. Esa no-adaptación demuestra la debilidad del mapudungun.
Debido a estos factores, los ámbitos de uso de la lengua mapudungun van disminuyendo y el monolingüismo español va aumentando. Según el prof. Fernando Zúñiga, es posible detener el cambio de código de mapudungun a español, pero hay que empezar ahora mismo y hace falta el apoyo tanto del gobierno como de la sociedad civil chilena. Hay que trabajar para mejorar la imagen de los mapuches en las mentes del pueblo chileno y hay que mostrarles a los hablantes del mapudungun la importancia de mantener el idioma y de transmitirlo a la generación siguiente.
La palabra mapu significa ‘tierra’ y la palabra che significa ‘persona’ o ‘gente’, así que mapuche significa ‘la gente de esta tierra’. La palabra dungun significa ‘habla’ o ‘idioma’, con lo cual mapudungun se usa para denominar ‘el idioma de esta tierra’. Antes de la llegada de los españoles no había la necesidad de nombrar el idioma, ya que era el único que conocía la gente de esta tierra. El español ha ganado importancia y si el estado chileno no toma acciones pronto, el idioma que una vez era el único que se conocía en esta región, caerá en el olvido.
Si les interesa la lengua mapudungun, tengo aquí un enlace para consultar algunas de las muchas publicaciones de Fernando Zúñiga sobre la lengua minoritaria de Chile:
3. El chabacano
Para la segunda lengua que quiero presentar en más detalle, tenemos que pasar a otro continente: Asia. El chabacano, que nos presentó Eeva Sippola, es el único criollo basado en español que existe en toda Asia y se habla en las Filipinas, más exactamente en Zamboanga, Manila Bay y Ternate. En Zamboanga, el idioma es más vital que en las otras dos localidades.
Este ciclo de conferencias trata de lenguas indígenas, es decir, lenguas que existen naturalmente y que siempre han estado en un lugar. El chabacano, como ya he mencionado, es un criollo. Un criollo es una nueva lengua que se establece a partir de dos idiomas base por razones de comercio, muchas veces relacionado con el tráfico de esclavos durante la era colonial. Eso quiere decir que los criollos, y por lo tanto también el chabacano, son lenguas relativamente nuevas así que ¿un criollo puede ser considerado una lengua indígena? Sí! El chabacano no es una lengua indígena en el sentido clásico pero el idioma ha nacido localmente y tiene muchos otros rasgos en común con idiomas indígenas.
Los criollos tanto como las lenguas indígenas son lenguas orales, es decir, no tienen ninguna forma escrita. Están habladas en áreas remotos como islas y costas tropicales, pero no solamente están marginalizadas geográficamente, sino también política y económicamente, ya que son habladas en países en vías de desarrollo, en países postcoloniales, cuentan con un número relativamente pequeño de personas y muchas veces no cuentan con ningún apoyo institucional.
El problema relacionado con el chabacano como lengua criolla es que estas generalmente no entran en las listas de idiomas amenazados por un lado por los factores que he mencionado antes que comparten con las lenguas indígenas y por otro lado por la falta de historicidad y la falta de autonomía respecto a sus idiomas base. Las lenguas indígenas están valoradas por estar conectadas con pueblos específicos y por su origen local y su cultura. La identidad étnica de los hablantes de criollos al contrario es más difusa, por lo cual no se conecta el criollo con un lugar específico y una cultura específica. Además, los criollos están vistos como inferiores a sus lenguas de base o fuente, lo cual se muestra muchas veces ya en sus nombres. Chabacano, por ejemplo, viene de la palabra española chabacano que significa ‘vulgar’ o ‘obsceno’. Los criollos no son vistos como lenguas propias, sino que como intentos fallidos de hablar la lengua que está en la base del criollo.
El chabacano es un idioma muy amenazado porque las Filipinas son muy diversas étnica y lingüísticamente. Hay unos cien idiomas locales y dos lenguas oficiales: el inglés y el filipino. La importancia de esas dos lenguas oficiales y el contacto con el español durante la era de las colonias hace que el chabacano se use cada vez menos y la gente prefiera hablar uno de los idiomas más importantes y más difundidos. Los hablantes del chabacano son normalmente bilingües en otras lenguas locales de las Filipinas, no hay hablantes monolingües del chabacano.
Por ejemplo, en Cavite City, una ciudad situada en la Manila Bay, hay entre 4’000 y 7’000 hablantes, de los cuales todos son bilingües y todos son viejos. El chabacano ya no se usa en la vida diaria en Cavite City, tiene una función meramente simbólica. Eso se llama bottom to top language death, es decir, la lengua se muere como medio de comunicación, pero sobrevive en usos especiales. En Cavite City tienen una ceremonia al mes en chabacano y algunos festivales con nombres en chabacano.
En otra ciudad más rural de Manila Bay, Ternate, sin embargo, el idioma parecer ser más vital. Hay unos 25’000 hablantes que incluye también a gente joven y niños. Eso quiere decir que el idioma todavía se transmite a las nuevas generaciones.
Y Zamboanga, que queda en otra isla de las Filipinas, es la comunidad más fuerte con muchos hablantes (unos 300’000 de la población total que cuenta con 800’000 personas). El chabacano es la lingua franca de la región, es decir, el idioma que se usa entre dos personas que no hablan el mismo idioma. Además, el chabacano se usa activamente en la vida diaria, se usa en las escuelas y existe material escolar en chabacano, producido con ayuda del estado filipino.
Eeva Sippola, que nos presentó el chabacano, ha realizado un pequeño estudio, en el cual analiza canciones de rap que se produjeron en Ternate. En las canciones los jóvenes hablan de la realidad multilingüe de su vida diaria. El rap se ha establecido como una reacción a la pérdida del chabacano. A través del rap se establece una comunidad con un sentido de orgullo hacia su lengua. Se expresa la identidad chabacana a través de la música, lo cual le da mucho valor al idioma. Una gran parte de las canciones se canta en tagalog para poder llegar a un público más grande, ya que la mayoría de los habitantes de Ternate no entienden el chabacano, pero se sigue usando mucho chabacano para expresar una identidad local de los artistas.
En el rap, el multilingüismo es visto como habilidad positiva y no estigmatizado como normalmente sucede en las sociedades. Los jóvenes subrayan las ventajas como por ejemplo la oportunidad de ir a trabajar a España. Si les interesa saber más está aquí el enlace a un pequeño video do los jóvenes raperos de Ternate:
El ejemplo de rap chabacano muestra cómo un grupo minoritario transforma activamente sus prácticas lingüísticas como respuesta a los cambios sociales e históricos. No siempre es necesario una fuerza externa para iniciar un proceso de revitalización, sino que a veces viene del interior del grupo mismo.
4. Reflexiones finales
No podemos negar la importancia del español en las regiones presentadas porque sería negarle el futuro a la gente. Las personas necesitan el español para tener acceso a una educación propia y después a un trabajo decente. Sin embargo, las lenguas indígenas son contenedores valiosos de conocimiento lingüístico, cultural y de conocimiento único del mundo, por lo cual es importante salvar más la mayor cantidad de idiomas posible. El objetivo sería llegar a un bilingüismo estable en las regiones donde se habla un idioma indígena, pero no es tan fácil. Hay que trabajar con la comunidad y no dictar meramente lo que deberían hacer. Los programas de revitalización solo pueden tener éxito si la comunidad realmente ve la importancia y tiene una motivación propia de revitalizar su idioma.
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